Siempre tuve una predilección
especial por el "flaco".Imagino que lo llevare en las venas, no en
vano mi padre ex-futbolista profesional(Salustiano Polo Lazaro) fue
un gran admirador de Johan y de la escuela holandesa que abanderó aquel Ajax de
Amsterdam y que fue liderada por el maestro Michels.
Por ello hoy en nuestro espacio -El Corner de Israel Polo- quiero
acercaros algunos conceptos de este genio holandés para deleite y disfrute de
los que amamos nuestro deporte rey.Un saludo de quien aquí os escribe y
desearos la mayor de las suertes a todos y cada uno de los que me seguís
en vuestros compromisos ligueros este fin de semana.
Técnica y espacios: Para mí,
la base del fútbol reside en estos dos conceptos. Aplícalos bien y mandarás en
el campo. A todos nos gustan los detalles individuales, pero el fútbol es un
juego de equipo.El fútbol que yo defiendo se basa en unos automatismos
colectivos que están por encima de las invididualidades. De poco te sirve tener
al mejor delantero rematador, tipo Van Nistelrooy o más habilidoso tipo Henry,
si no eres capaz de hacerles llegar el balón de tal modo que jueguen de cara y
no de espalda. De poco te sirve tener un buen central, da igual si técnico o
contundente, o unos laterales más o menos ofensivos si te pillan una y otra vez
a la contra. De lo que se trata es de jugar como un equipo. De dar con el
máximo de ventajas para los tuyos. De organizarte en defensa mientras estás
atacando. Ataca bien y defenderás fácil. Ataca mal y sufrirás.¿Qué es la
técnica? Controlar, pasar, chutar, rematar de cabeza, driblar… ¿Y
los espacios? Aquellos pocos metros que, de tenerlos, te dan la
ventaja. Los espacios están ahí, pero tienes que creártelos. Para ello tienes
que dominar la técnica, el juego de posición y el ritmo de balón. ¿Tantas
cosas? Son un todo. En el fondo, una cosa lleva a la otra. Sumadas y bien
aplicadas darás con el objetivo final: abrir y cerrar los espacios a tu conveniencia.
Abrirlos en ataque y cerrarlos en defensa. Para ello, el juego de equipo, más
que los nombres, es fundamental.
El
barómetro está en el centro del campo. Ahí es donde decides qué haces. Si
atacas más o menos, si defiendes más arriba o más abajo. Para presionar y jugar
ofensivo debes controlar los rechaces. Y de rechaces hay docenas en un partido
de fútbol. Que los controles tú o el rival lo cambia todo. Hazte tú con el
rechace y conseguirás dos cosas. Una en ataque y otra en defensa. En ataque tendrás
opción a una segunda acción ofensiva, ya sea de combinación o de remate
directo, y en defensa te evitarás una contra.
Un
ejemplo fácil. Tú atacas centrando un balón por arriba. Me da igual cuántos
delanteros has puesto en el área. Si el rival la toca de cabeza, el rechace irá
a 15/20 metros. Tú tienes que tener tus mediocampistas a 25 metros, atentos y
entrando en esta segunda línea para controlar el rechace. Así tu ventaja
es doble: sigues atacando y frenas el contragolpe. Juega, si se da el caso, con
cuantos delanteros quieras, pero necesitas a cuatro mediocampistas bien
ubicados para coger los rechaces.
Abrir
y cerrar los espacios es tarea de todas las líneas. Un mediocampista puede
atacar y acercarse al área, pero entonces ya no ejerce de mediocampista. A su
espalda, otro debe ocupar el espacio que deja. Lo mismo si el interior derecho
sube. Entonces, el lateral derecho tiene que subir para ocupar su posición en
el centro del campo. ¿Para qué? Para recoger el posible rechace que vaya a esa
zona. De lo que se trata es de evitar que tu equipo se rompa en dos y te pillen
en una contra fácil.
Otro
ejemplo para entender la importancia de crear espacios en ataque y ocuparlos en
defensa. Cuando un extremo va a centrar, las posiciones en ataque deben estar
ocupadas. Dónde llegará el balón, ya se verá. Pero tu delantero centro siempre
debe ir al primer palo. Así, arrastra
a su marcador y al libre y obliga al portero a no salir por si remata de
primera. Resultado: crea el espacio para que otro pueda entrar por detrás y
rematar, ya sea peinando, ya sea porque el balón centrado supera el primer
palo. Si no la toca ninguno de tus delanteros y es un defensa quien despeja de
cabeza, se repite lo explicado anteriormente. El balón casi siempre irá al
borde del área y tuya será la segunda opción de ataque si tienes a tus
mediocampistas colocados y atentos para controlar el rechace.
A
esto yo le llamo juego de posición en defensa, a pesar de estar jugando en
ataque. No se trata de empezar a defender cuando has perdido el balón, si no de
prevenir una contra aprendiendo a cerrar los espacios. Otro ejemplo. Lanzas un
córner a favor. Es habitual encontrar dos mediocampistas al borde del área
atentos al rechace. Muy bien, pero es increíble que nadie ocupe el espacio, a
20/30 metros de la portería, por las bandas. Si lanzo el córner demasiado
corto, el rechace irá, en muchos casos, a esa zona. Si yo la ocupo podré
controlar el balón y seguir atacando. Si yo no tengo nadie allí, el espacio lo
aprovechará el rival para fulminarme en una contra.
Más
situaciones que se dan en un partido de fútbol. Tu rival juega con 10 porque le
han expulsado a un jugador y lanzas un córner a favor. Tu rival espera el
córner con los 9 jugadores de campo en el área. Si sólo uno de los tuyos se
acerca para sacar el córner en corto, el contrario debe sacar a dos del área.
Por lo tanto, allí ya creas más espacios. Apoya el saque de córner en corto con
un tercer jugador de los tuyos, y seguramente arrastrarás fuera del área a un
tercer defensor. He visto muchos partidos con un equipo jugando con 10,
tranquilos y defendiendo fácil en área por la sencilla razón de que el equipo
con superioridad numérica no sabe utilizar los espacios.
Espacios
que, casi siempre, tampoco se utilizan en algo tan habitual como en un
lanzamiento de falta. Cuántas veces no hemos visto un lanzamiento de falta en
que uno va a chutar y el resto mira. Además de mirar se pueden hacer más cosas.
Pongamos que la falta es a 30 metros. Pon a tus extremos abiertos y con
posibilidad de recibir y el rival deberá sacar a dos de los suyos del área para
cubrirles. Eso es jugar con los espacios del campo, mirando de crearte tú las
ventajas.
Explicados
algunos ejemplos de cómo crear espacios a balón parado, una última
consideración de cómo crear espacios en jugada. Todo pasa por el pase sencillo.
No me refiero al pase de 60 metros, que de esos hay pocos, sino del pase fácil,
a 10 metros, que de estos hay 100 en un partido. Si haces en un toque, dos
máximo, lo que debes, darla al pie y de cara, la ventaja es tuya y el problema
para el rival. Un balón bien puesto y a buena velocidad te permite encarar en
carrera. Si lo recibes lento y atrás, te tendrás que parar y retroceder para
controlar. Adiós, a los espacios. Adiós tus ventajas.
http://cornerpolo.blogspot.com.es/
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