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domingo, 24 de febrero de 2013

Fútbol de verdad Johan Cruyf. Israel Polo





Siempre tuve una predilección especial por el "flaco".Imagino que lo llevare en las venas, no en vano mi padre ex-futbolista profesional(Salustiano Polo Lazaro) fue un gran admirador de Johan y de la escuela holandesa que abanderó aquel Ajax de Amsterdam y que fue liderada por el maestro Michels.
Por ello hoy en nuestro espacio -El Corner de Israel Polo- quiero acercaros algunos conceptos de este genio holandés para deleite y disfrute de los que amamos nuestro deporte rey.Un saludo de quien aquí os escribe y desearos la mayor de las suertes a todos y cada uno de los que me seguís en vuestros compromisos ligueros este fin de semana.




Técnica y espacios: Para mí, la base del fútbol reside en estos dos conceptos. Aplícalos bien y mandarás en el campo. A todos nos gustan los detalles individuales, pero el fútbol es un juego de equipo.El fútbol que yo defiendo se basa en unos automatismos colectivos que están por encima de las invididualidades. De poco te sirve tener al mejor delantero rematador, tipo Van Nistelrooy o más habilidoso tipo Henry, si no eres capaz de hacerles llegar el balón de tal modo que jueguen de cara y no de espalda. De poco te sirve tener un buen central, da igual si técnico o contundente, o unos laterales más o menos ofensivos si te pillan una y otra vez a la contra. De lo que se trata es de jugar como un equipo. De dar con el máximo de ventajas para los tuyos. De organizarte en defensa mientras estás atacando. Ataca bien y defenderás fácil. Ataca mal y sufrirás.¿Qué es la técnica? Controlar, pasar, chutar, rematar de cabeza, driblar… ¿Y los espacios? Aquellos pocos metros que, de tenerlos, te dan la ventaja. Los espacios están ahí, pero tienes que creártelos. Para ello tienes que dominar la técnica, el juego de posición y el ritmo de balón. ¿Tantas cosas? Son un todo. En el fondo, una cosa lleva a la otra. Sumadas y bien aplicadas darás con el objetivo final: abrir y cerrar los espacios a tu conveniencia. Abrirlos en ataque y cerrarlos en defensa. Para ello, el juego de equipo, más que los nombres, es fundamental.
El barómetro está en el centro del campo. Ahí es donde decides qué haces. Si atacas más o menos, si defiendes más arriba o más abajo. Para presionar y jugar ofensivo debes controlar los rechaces. Y de rechaces hay docenas en un partido de fútbol. Que los controles tú o el rival lo cambia todo. Hazte tú con el rechace y conseguirás dos cosas. Una en ataque y otra en defensa. En ataque tendrás opción a una segunda acción ofensiva, ya sea de combinación o de remate directo, y en defensa te evitarás una contra.
Un ejemplo fácil. Tú atacas centrando un balón por arriba. Me da igual cuántos delanteros has puesto en el área. Si el rival la toca de cabeza, el rechace irá a 15/20 metros. Tú tienes que tener tus mediocampistas a 25 metros, atentos y entrando en esta segunda línea para controlar el rechace. Así tu ventaja es doble: sigues atacando y frenas el contragolpe. Juega, si se da el caso, con cuantos delanteros quieras, pero necesitas a cuatro mediocampistas bien ubicados para coger los rechaces.
Abrir y cerrar los espacios es tarea de todas las líneas. Un mediocampista puede atacar y acercarse al área, pero entonces ya no ejerce de mediocampista. A su espalda, otro debe ocupar el espacio que deja. Lo mismo si el interior derecho sube. Entonces, el lateral derecho tiene que subir para ocupar su posición en el centro del campo. ¿Para qué? Para recoger el posible rechace que vaya a esa zona. De lo que se trata es de evitar que tu equipo se rompa en dos y te pillen en una contra fácil.
Otro ejemplo para entender la importancia de crear espacios en ataque y ocuparlos en defensa. Cuando un extremo va a centrar, las posiciones en ataque deben estar ocupadas. Dónde llegará el balón, ya se verá. Pero tu delantero centro siempre debe ir al primer palo. Así, arrastra a su marcador y al libre y obliga al portero a no salir por si remata de primera. Resultado: crea el espacio para que otro pueda entrar por detrás y rematar, ya sea peinando, ya sea porque el balón centrado supera el primer palo. Si no la toca ninguno de tus delanteros y es un defensa quien despeja de cabeza, se repite lo explicado anteriormente. El balón casi siempre irá al borde del área y tuya será la segunda opción de ataque si tienes a tus mediocampistas colocados y atentos para controlar el rechace.
A esto yo le llamo juego de posición en defensa, a pesar de estar jugando en ataque. No se trata de empezar a defender cuando has perdido el balón, si no de prevenir una contra aprendiendo a cerrar los espacios. Otro ejemplo. Lanzas un córner a favor. Es habitual encontrar dos mediocampistas al borde del área atentos al rechace. Muy bien, pero es increíble que nadie ocupe el espacio, a 20/30 metros de la portería, por las bandas. Si lanzo el córner demasiado corto, el rechace irá, en muchos casos, a esa zona. Si yo la ocupo podré controlar el balón y seguir atacando. Si yo no tengo nadie allí, el espacio lo aprovechará el rival para fulminarme en una contra.
Más situaciones que se dan en un partido de fútbol. Tu rival juega con 10 porque le han expulsado a un jugador y lanzas un córner a favor. Tu rival espera el córner con los 9 jugadores de campo en el área. Si sólo uno de los tuyos se acerca para sacar el córner en corto, el contrario debe sacar a dos del área. Por lo tanto, allí ya creas más espacios. Apoya el saque de córner en corto con un tercer jugador de los tuyos, y seguramente arrastrarás fuera del área a un tercer defensor. He visto muchos partidos con un equipo jugando con 10, tranquilos y defendiendo fácil en área por la sencilla razón de que el equipo con superioridad numérica no sabe utilizar los espacios.
Espacios que, casi siempre, tampoco se utilizan en algo tan habitual como en un lanzamiento de falta. Cuántas veces no hemos visto un lanzamiento de falta en que uno va a chutar y el resto mira. Además de mirar se pueden hacer más cosas. Pongamos que la falta es a 30 metros. Pon a tus extremos abiertos y con posibilidad de recibir y el rival deberá sacar a dos de los suyos del área para cubrirles. Eso es jugar con los espacios del campo, mirando de crearte tú las ventajas.
Explicados algunos ejemplos de cómo crear espacios a balón parado, una última consideración de cómo crear espacios en jugada. Todo pasa por el pase sencillo. No me refiero al pase de 60 metros, que de esos hay pocos, sino del pase fácil, a 10 metros, que de estos hay 100 en un partido. Si haces en un toque, dos máximo, lo que debes, darla al pie y de cara, la ventaja es tuya y el problema para el rival. Un balón bien puesto y a buena velocidad te permite encarar en carrera. Si lo recibes lento y atrás, te tendrás que parar y retroceder para controlar. Adiós, a los espacios. Adiós tus ventajas. 

http://cornerpolo.blogspot.com.es/

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